viernes, 29 de julio de 2011

Ni rosas, ni Nada...

¡Hola mi platito de arroz blanco con un poquito de merluza!
¿Qué es eso de que estás malito? Mira que hago mi maleta de flores sesentonas y me vengo a cuidarte y hacerte sopitas varias… bueno espero que hoy viernes, ya estés recuperado de todo esto que me cuentas.
De Nada, puedo decirte que cuando lo leí (precisamente buscando libros para el club) quedé fascinada con la potencia de esta historia, pasó a ser uno de mis favoritos de inmediato. Eso también lo compartimos.
Me cuentas que con la edad te cansa seguir cultivando amistades; ya ves, en eso también parecemos un libro, El Principito. Mira que llega a definirlo bien: “Fue el tiempo que pasaste con tu rosa lo que la hizo especial”… la decepción que conllevan algunas relaciones: “Me creía rico con una flor única y resulta que no tengo más que una rosa ordinaria”… entre tanta decepción siempre hay un zorro al que domesticar: “No soy para ti más que un zorro entre otros cien mil zorros semejantes. Pero si me domesticas, entonces tendremos necesidad el uno del otro. Tú serás para mí único en el mundo, yo seré para ti único en el mundo…” Triste. Tal vez en nuestro caso no nos hemos domesticado mutuamente, tal vez hemos comprendido que por más rosas que tengamos alrededor la nuestra es la que de verdad nos importa, es la que hemos cuidado y mimado  y la que hemos oído quejarse o mantenerse callada… eso nos hace especiales el uno para el otro. No dejes nunca de cultivar esta amistad, esta rosa (la que te habla) te necesita cada día. Me cansa oír decir que Le Petit Prince es un libro infantil (o para niños) cuando en realidad es una obra para adultos nostálgicos (definición directamente tomada de Emili teixidor, El mestre).
Respecto a la caravana, esta locura era necesaria. La rutina es lo que más miedo me da, y ya estábamos empezando a apoltronarnos en nuestra demencia diaria sin dejar tiempo a la aventura. No puede ser.
Te dejo. Que sin querer me he puesto muy mimosota y las lágrimas amenazan con salir rodando (como tu bici por un terraplén)… qué sería del amor sin un poco de humor. T’estim.
Besitos,
Esteruqui.

miércoles, 27 de julio de 2011

"Nada"

Cuqui,
cuando releo tu email me duele el estomago y no te lo tomes a mal, que me he reído mucho y he flipado con tus constantes cambios. Luego comentamos lo de la roulotte que os habéis comprado, que tiene guasa la cosa. Con o sin leer tu email ya me duele el estomago. Me duele desde el sábado. El viernes fui a una boda y me puse tibio. No quiero darle la culpa. Ya venía tocado de antes. El tema es que hoy y solamente hoy me sube un no sé que cuando te leo
"
¡Hola bolita de tofu recubierta de sésamo y bañada en salsa de soja!". Metete en mi barriga y entenderás lo que quiero decir. Caber, cabrias. He perdido 3 kilos. También ayudó que el domingo estando medio mal cogí la bici y me fui con los colegas por el Priorat. 90 kms nos hicimos. 1600 mts de desnivel, que se dice pronto, y a trozos se sube andando. Al menos yo, que no tuve ningún escrúpulo en abandonar mi bicicleta escafandrosa mientras gritaba "¡A la mierda!" al más puro estilo Fernán Gómez. La bici, ya te dije, que no está en su mejor momento.
Te decía que en mi estómago no me cabe nada y me cabe todo. Nada por estar apático; que el cuerpo es muy listo. Todo, porque me mareo sentado; que el cuerpo es muy listo.
Nada.
Sobre el tema de recomendarte varios libros para tu grupo de lectura, empezaré por hablarte de Nada.  No de las nadeces de las que hablo habitualmente sino de la maravillosa novela ambientada en la Barcelona de post guerra escrita por Carmen Laforet.
Si ya la has leído, ya sabes: nada. Seguiré hurgando en mi baúl de los recuerdos literarios. Si no la has leído, te la recomiendo. Dos párrafos para abrir boca:
En el capítulo V Angustias reprocha a su sobrina, Andrea, la protagonista:
"Además, hija mía, cuando se es pobre y se tiene que vivir a costa de la caridad de los parientes, es necesario cuidar más las prendas personales. Tienes que andar menos y pisar con más cuidado..." y lo que yo te rondaré.
Otro personaje, Román: " Si necesitara amigos los tendría, los he tenido y los he dejado perder. Tú también te hartarás de todo... ¿Qué persona hay, en este cochino y bonito mundo, que tenga bastante interés para aguantarla(a la gente)? Tú también (la) mandarás  al diablo dentro de poco, cuando se te pase el romanticismo de colegiala por las amistades".
Si es verdad que  me vuelvo con el tiempo un poco misántropo y no me importa dejar atrás amistades que cultivaba como se cultivan las almejas en una piscifactoría: con cariño; al escribirme contigo descubro lo importantísimo que es cultivarte, incluso como ya te he avanzado antes, no me importaría nada comerte. Con azuquita...
Pero no sé si comerte a ti o comerme a tu marido, que no sé quién de los dos está más loco. No contentos con sacar la barbacoa de la terraza para meterla en el parquin, le compráis la roulotte a los Alcántara (a ellos, seguro, por las características del vehículo). ¿Qué es lo próximo? Deberíamos aprender de Amy Winehouse. No de ella. Tú ya me entiendes. Esa chica debería haberse quedado con sus padres a ayudarles con su fábrica de electrodomésticos pero ya llevaba el vicio en los genes... con ese apellido...
En fin, que para lo que necesitéis en vuestra nueva aventura, ahí me tenéis. En vuestra caravana. En vuestra Winehouse. Con su tinto de verano. Of course.
Besitos desde el sofá.
Johnny

domingo, 24 de julio de 2011

Bricomanía y yo.

¡Hola bolita de tofu recubierta de sésamo y bañada en salsa de soja!
Nene de verdad que no doy para más. Esta semana estamos sacando la barbacoa del patio a golpe de maza, y como hay una parte que es hormigón directamente ni te cuento lo que está costando. En la reforma del garaje Toni ha incluido una barbacoa cubierta así que no tenía mucho sentido tener dos espacios destinados a lo mismo y ahora el patio queda un poco más grande. Gracias al tinto de verano que me regalo Marta el trabajo se hace más llevable, pero tengo las manos hechas polvo. Nadie en la oficina creerá que esas manos puedan ser de una guionista/administrativa, se parecen más a las manos ajadas de la señorita Escarlata cuando recogía el algodón de noche a falta de esclavos por la crisis. Yo aún no me hago los vestidos con las cortinas pero ya mismo empiezo.
Además, ¡nos hemos comprado una caravana de segunda mano! es fea, pero fea del verbo fea, los sofás son marrón caca y el suelo es de esos que imitan un azulejo muy “Cuéntame como pasó” que vamos a parecer los Alcántara. Suerte de mi amiga Marta, que me va ayudar a hacerle unas fundas a los sofás y a los colchones de las literas para que quede todo a juego y muy cuco con unas telas del Ikea divinas de la muerte. Además Toni ha encontrado en el Leroy Merlín (que es como su segunda casa) unos rollos de una cosa adhesiva con dibujo de haya vaporizada que es para forrar los muebles y que parezcan nuevos. Total que con cuatro duros la vamos a dejar bonita del verbo bonita y ya verás tu qué bien.
De tu mail anterior sólo un ruego: no me vuelvas a escribir desde casa de Luís. No entiendo nada de lo que dices.
Nunca he estado en Positano, pero estoy segura de que cualquier playa de Mallorca es más bonita si paseándome por ella te tengo al lado.
Y lo de tu bici, piensa que nuestros amigos con caravana llevan de estas nuevas que tienen un mueble giratorio con la tele en un lado y las copas en el otro para poder ver la tele estés donde estés. La nuestra no tiene tele: nos llevaremos el Uno y un parchís.
Pienso hacer fotos de la caravana antes y después y sólo faltará que todo el barrio grite: “¡mueve el autobús!” para parecer “Esta casa es una ruina” en versión caravaning… Toni se ha hecho de un foro y ya ha visto a un  señor que muestra paso a paso como pintarla por fuera… Miedo me da…
Se acerca agosto y doy por hecho que nos podremos ver en algún momento ¿no?
¡Besitos amor!
Esteruqui