domingo, 1 de septiembre de 2013

Verano 2013 (2ª parte)

Querrida Rita, Barberá, desinflada como un globo que surca los cielos de Valencia, Alicante y Murcia, muy desinflada pués, y embellecida por mil retoques a costa de la trama Gürtel, como si de una contabilidad B se tratase, muy guapa, pués:
Quedé en que si no acababa disecado en un cuarto oscuro (señal de que seguía vivo) te narraría nuestras peripecias en moto por la Catalunya Nord y las mías por Santorini después de ocho años desde que deje de vivir allí.
En Occitania hicimos una ruta circular: zig zag hasta el Coll de Puigmorens en un paisaje impresionante durmiendo en Foix, con su Chateau, su villa medieval y sus danzas africanas, un festival exótico que ya va por su no se qué edición; de alli al Chateau de Montsegur, en lo alto de una loma agotadora; comer en el pueblo del mismo nombre fue una de las grandes experiencias del viaje, del año: tan sencillo el restaurante, tan afables, en medio de una naturaleza espatarrante de tan verde y grandiosa, tan alejado de todo, Lou Sicret, se llamaba aquel encantador albergue comedero, también será tu Sicret; de allí a Carcassonne, pedazo ciudad amurallada, patrimonio de la Humanidad no sin antes pasar por la plaza medieval más colorista y simpática donde jamaás haya estado: Mirapeix. Rodear ciudades hermosas con la motita y con un calor entumecedor es una experiencia que hemos convenido en repetir más veces, realmente grande; lástima de no poder recorrer Carcassonne por dentro del mismo modo; estábamos agotados. Después de pernoctar allí seguimos el circulo deforme hasta Lagrasse, su abadía, su río, su pueblo medieval y los Chateaus puramente cátaros: Aguilar, Queribus y Perpetussa, todos encaramados en montañas imposibles, semi en ruinas pero con recodos mágicos que harían las delicias de imaginaciones desaforadas como la de Oriol y Anna. Otro lugar para no olvidar fue la Garganta (Gorges, que dicen ellos) de Galamús. Acantilados que no parecen tener fondo atrabesados por una carretita de chichinabo excavada en la roca. Y de ahi a Perpignan, donde seguimos dos rutas urbanas que recomendaba mi guía. La del barrio  de San Joan, chulo, y la del barrio de Sant Jaume, chungo, del que sólo se salvaba el Palacio de los Reyes de Mallorca, que cúmulo de callejuelas feas y gentucha de negocios turbios y mirada severa. El regreso fue agotador, primero por la D900 y pasada la frontera, convertida en Nacional II con sólo una parada en sant Pol para darnos un baño y en Barcelona para tomar una horchata en Sirvent. En total 850 kms, que no están nada mal para una dos y medio (250 centimetros cúbicos de pura sangre).
El viaje a Santorini, por el contrario, abarco apenas 30 kms. Otros 30 si añadimos la isla de Amorgós. Pero ¿se pueden medir en metros los momentos vividos? ¿litros de nostalgia? De allí te dejo sus puestas de sol: en Ia, en Faros, en Thira, ...sus playas de Blijada, Mesa Pigadia (discutiendo con mi amigo Fernando para mejorar nuestras respectivas vidas en pareja), Koloumpos (con César y Lucas) y dos momentos desastrosos:
uno, de cuando quise ir con una moto por un camino senderista de Rachoula a Vrutsis, en Amorgós y de como después de una hora de empujar dicha moto por escalones naturales durísimos, me ayudo una jroña ke jroña, de negro recio y burro amarrado en un matojo, sesenta tendría, la señora, el burro, no sé, y alcanzamos la cima, que vino ella, que si no, yo por vergüenza en la vida pido ayuda, que me hubieran dicho de idiota (o "malaca", que dicen ellos) para arriba,
y otro, de cuando se quemó la central eléctrica de la isla y media idem se ha quedado sin luz los últimos días; una catástrofe para el turismo en plena temporada alta y por ende, para amigos y conocidos, que ven como el turista que no tiene luz y agua, lo cancela todo y se marcha.
Un granizado de fresa y limón (en Kamari) y una mazorca de maíz rustida (en la playa Roja) para endulzar este final de relato y el agua que tan ambalmente me dieron unos vecinos cuando apenas podía hablar en Vrutsis. Gente buena, siempre, hasta debajo de las piedras. En este caso, arriba. Montaña arriba.
Filakia (besitos).