domingo, 26 de julio de 2015

"Prometo falhar"

Querida presea guardada en su tahalí, dentro de una árguela paseada por ocho monaguillos tocando sus esquilas y rociando el primero un hisopo en acetre de oro,
seamos claros:
No estoy nada de acuerdo con esta visión tan apocalíptica que tenéis todos del calor rico que hace este verano. Hace años que tenemos meses de julio acomplejados por las lluvias: empezaban hermosos sus días para acabar broncosos y aguapasados.  Este del 2015 me recuerda a tantos veranos en Mallorca donde no te tenías que preocupar de si cerrar o no las ventanas por si refrescaba. Este año viene transparente. Hace un sol del carallo y de noche se puede ir al cine a la fresca sin que se te entumezcan los huesos a la primera media hora. Calor de bono familiar en la piscina, de soñar con Canadá, que eso ya hace verano, de bostezo de señora mayor en el trabajo porque las fuerzas menguan, porque apetece poco ajetreo y por la sombra, de comidas super frugales porque `no me entra nada en el estómago´y de pasearse por las casas en tangas, transparencias, bragas, calzoncillos tan chiripitiflauticos que parecemos todos salidos de una pelicula de Fellini. Mi más sentida oda al Hot Summer 15. Cierto es que a todos nos corta el sueño pero si te bebes tres vasos de agua bien fria antes de acostarte, duermes seguido y te levantas con dolor de cuello por la mañana. Esa es otra, los putos aires acondicionados, que estás sudando la gota gorda y con tres paquetes de cleenek que saben a poco (como entiendo a la pobre Anna con sus mocos y su fiebre) y, por si fuera poco, alguien nos hace una foto y parece que nos hayan envuelto en Film transparente: todo son brillos. Como en la foto que te hizo Marta. Y... esto.... ¿en que momento se ha girado la tortilla? Bueno, dejémoslo. A otra cosa, mariposa:
De cuando hice el Camino te conté que estuve un día andando con un lisboeta hetero, Hélder, hablando de todo lo divino y lo profano: Un diez como persona. Un regalo que me envió el Apóstol Santiago. Él me ayudó, Hélder, entre otras muchas cosas, a ver si queria dar un vuelco a mi vida con David, decidir si orientaba mis pasos a un kilómetro cero, o tirar pa alante con mis alforjas de matrimonio cargadas de tantas cosas buenas.
Con él quedamos en que nos enviaríamos un libro que cada uno nos habíamos recomendado porque él decía que no había nada tan bonito como unos estantes cargados de textos, amuletos, música,... regalados por un compañero de camino. Que mejor manera de tener presente a esa persona en tu vida. ¿No es bonito pasar del anonimato de los objetos a una maravillosa concreción de presentes dedicados? No sólo porque son únicos como el zorro amaestrado de El principito sino por ese momento irrepetible vivido con quién está detrás de esa dedicatoria.
Yo le hablé de muchas experiencias literarias pero le gustó mucho el poema Instantes de Borges, otro, Parlem de tu, de Marti i Pol, el cuento "El buscador"de Jorge Bucay,... Tenía donde elegir a la hora de hacer mi paquete postal.
Hélder me habló entre otras muchos, de un libro de Pedro Chagas Freitas, "Prometo falhar" (Prometo fallar). Una joya de pequeños poemas, narraciones breves, vivencias al fin y al cabo que nos afectan a todos y no hay nada más mágico que cuando lees pensamientos, experiencias, que parece que se hubieran escrito para ti, que efectivamente te pasan a ti, en los que te sientes el Protagonista.
Cuando ya estaba de vuelta del viaje, en Mallorca, con mis padres, cada día pasaba algo para no ir a una librería y buscar una caja y... Al principio iba pasando la tarea de un dia para otro en la agenda, por falta de tiempo, después se enfrió mi necesidad y era mi pereza la que lo pasaba de un dia a otro y finalmente era un bichito asqueroso que me decía: "vas a hacer el tonto, este peregrino cada día hace amigos y con todos hará este tipo de tratos, tendrá su salón lleno de recuerdos que le enviará una americana depresiva, una rusa con la que se entendía por signos, "porque no hacen falta palabras para entenderse con las personas buenas", un mallorquín confuso y algo afeminado cuando ve cucarachas y tantos otros." Otro bichito más enclenque y escuchimizado insistía en que "tu estás por encima de si él te corresponde o no. Tú hiciste una promesa y el cumplirla, hace señor y eso te hace respetable contigo mismo". El primer bichito se comió al otro, tan enclenquillo y han pasado los días hasta que me llegó a casa una caja grande de cartón, preciosa en su simplicidad, con un libro escondido en un montón de papelotes arrugados. Prometo fallar. Yo ya lo hice.

Besitos

PD: Espero que las arcadas se hayan ido de tu dia a dia. me quedo intrigado con eso de que vas a tener de por vida una pieza fija que te mantenga los piños en su sitio. Suena incómodo. Saca tu mejor sonrisa Ana Bélen. Hay motivos. Aunque nos den palazos como el de los 300 € por unos libros escolares cargados de ciencia como   -un poner-    x= 2x - 1