¡No puedo aguantar un día más! No sé cómo decirtelo, cómo enfocar el tema para que no te sientas dolida, traicionada. Lo siento, me he equivocado, no volverá a ocurrir si es que existe otra vida y no acabo devorado por los gusanos esos que insinuaba por tu culpa nada más comenzar esta misiva la pasaré haciendo lo que sea para compensarte. ¿Cómo te lo digo? Tantos años de mentira. Fingiendo un amor del que nunca estuve seguro. En fin, Esteruqui, que soy gay.
Sí, lo sé. De todo lo que pienses y hagas, nada podré reprocharte. Tanto amor, tanto melindro, tanta envidia simulada de Toni por adelantárseme en hacerse un hueco en tu corazón.
Y hay más...
El amigo que siempre me acompañaba a todos los sitios, que parecíamos uña y carne, David, del que yo decía que era mi mayordomo, ése, ése será mi futuro marido. En septiembre. Tremendo shock, lo sé.
Espero que tras el batacazo inicial sigas disertando sobre si Johnny Weissmuller acabó en Acapulco tocándose los huevos y/o antes pasó por el psiquiátrico tocándole los huevos a todos los demás con su grito desaforado. Yo también creí que había acabado ahí sus días. Para que digan que la globalización es un invento de ahora.
El Papa Paco no parece estar muy a favor de las bodas gays. Al menos en Argentina se hizo oír y bastante su voz en contra. De mutuo acuerdo no le hemos invitado. Rumiamos con David la idea de pedirte que en la ceremonia disertes en un pequeño monólogo sobre nosostros, el matrimonio, la vida, lo cara que está la vida (si no eres de los que se llevan bolsas de basura cargadas de billetes de 500 euros a Andorra), no sé.
Ahora desde el odio no pienses en todo esto. Tómate tu tiempo.
¿Te parece quince días?
Me apunto "Paradero desconocido". Ya te hice caso y me fue bien con "La nieta del Señor Linh". Espero que no acabes tú como el primer titulo después de tanto sorpresón.
Como ya has hecho mención de Bárcenas y los sobres, no añado nada. La vergüenza y la impotencia. Suficiente. El sentir de todos/as.
Tuyo, afectuoso.
Johnny
