¡Tontuca, que estoy muy sensible y me vas a hacer saltar una lágrima! Nunca ha pasado pero siempre están ahí, las jodias: border line of the lacrimal.
Me gustó tanto tu email que se lo reenvié al grupo. Añadí que te habías detenido en los gags que no comenta todo el mundo (como es el de la señora Nogales que sólo habla en inglés a una asistenta que siempre responde "Si señora" hasta que le dice "Estas despedida, ¿me entiendes?" "No, señora"; como es el de las dos señoras que comentan cuadros de gente torturada de los más horribles modos hasta que la música alta de los vecinos de arriba despista a una. La otra le acaba confesando que un día fue a pedir que la bajaran y se la trincan entre todos hasta la extenuación. "No me lo creo". "Sube tú a decirles que bajen la música" (estallido de risas general); como es el de la nave espacial con un comandante que le pide a un astronauta que no sea tan simpático y que deje de llamar "shosho" a la comandante Helena y que no se dirija a él llamándole "Pisha". "Todo ezto que me esta diziendo é el mayor insulto a todo un pueblo y su identidad cultural". Y añadí que en ese hipotético cielo también querría estar con ellos.
Me guardé de decirles que unos bichos como nosotros (los de urpes Teatre) iremos al infierno vía exprés y que mi cielo esta aquí, en la Tierra y se llama Ester.
Sobre lo de escribir algo para el próximo curso, no corras. El profe ha dicho que después de 4 años quiere abrir un periodo de reflexión para que recapacitemos sobre si queremos seguir (él incluido).
Yo tenía muy claro que no seguía. Ahora tengo mis dudas. Seguramente no pueda continuar al ritmo del resto de mis compañeros (un día a la semana, varios personajes...) pero me da mucha pena cortar de tajo.
En la última función con el personaje iluminado que habla con una ensaimada a modo de halo de santidad, me hice un lio que te cagas con mi parrafada y dije incongruencias sin sentido alguno. Contento porque no me quedé en blanco como hace tres años y encauce el dislate; raro porque fue un momento Alfredo Landa recogiendo el Goya. Que bochorno interno. (El público no se cosca. Es normal: ponía cara de idiota desde que salía a escena y se creyeron que lo era hasta el final).
Después de tres funciones no vino inspector alguno de la SGAE. No ha habido más incidente que momentos Landa (de todos) sobre el escenario y el de aquella señora que se cayó escaleras abajo la primera función por su ansia de pillar un buen sitio y lo encontró en el Hospital del Mar.
¿Sigues pensando que todo esto no hay porque compartirlo con amigos y afines en un blog? Aquí se descarga un montón de energía positiva que puede cargar las pilas de un montón de personas. Piénsalo.
Otra cosa: Gracias por tus halagos gastronómicos. No me compré el robot de cocina. Estaba en una caja sin dueño en el almacén de la oficina. Normal. Apretabas para programarlo y el dedo traspasaba el botón. Digno de Cuarto Milenio si no fuera porque la comida no se hacía sola.
Otra cosa dos: Quiero probar tu marmitakooooooo!!!!
Besitos incandescentes.
Johnny