lunes, 4 de noviembre de 2013

La calidad no es cara



Mi delicado montadito de queso fresco con carpaccio de melocotón en almíbar,

No sabes que bien sientan las buenas noticias entre tanta marron glace.

La idea de veros padres de sendas criaturas es hoy por hoy y con diferencia la mejor y más buena noticia que podía esperar. Hasta el moño de que se vayan los seres queridos, de ahogarme cuál yonqui de oxígeno por las esquinas, con un tic en la cara que amenaza a veces con quedarse y que a veces parece que va a menos, cansada de todo esto, ¡ser tía! (la tita Esteruqui) me llena de orgullo y satisfacción (que diría Juan Carlos en uno de esos discursos que le escriben para que parezca que hace algo cuando no está disparando a elefantes o pinchándose a una princesa por sorpresa como es su amiga). No te voy a engañar, la paternidad es difícil, pero no imposible. Y sí. Compensa, y lo hace a lo bestia. A veces me ahogo cuando lo pienso y no es ansiedad, en ese momento es felicidad extrema. Me alegro mucho de esa decisión y tengo unas ganas locas de compartir esa experiencia con vosotros. Vais a ser unos padres perfectos, no tengas ninguna duda. Yo cuando queraís soy vuestra hija. Así me reiré mucho a la par que aprendo cosas de todos los temas del mundo. Sí. Definitivamente el papel de padres os queda genial.

Cambiando de tercio y como decía Pepe Rubianes: “Como no quiero acabar aburriendome, voy a hablar de mí que el tema me interesa más y me gusta mucho” ja, ja, ja… bueno, he aumentado mi dosis de yoga y meditación, sigo con la misma dosis exacta de ejercicio en plan cardio, eso no lo he aumentado. Ahí estoy, que Toni dice que en breve además de superar la ansiedad, me ve levitando por la casa. ¡Ay! Que gracia me hace el pequeño saltamontes…  hoy, no sé si por aquello de que fluya todo por mi cuerpo, he ido al Lidl y me he comprado un chándal de estos de señora para andar por casa con pantunflas. Ahora mismo lo llevo puesto. En realidad no creo que sea un chándal. Yo creo que es un pijama que se cree que es un chándal porque tiene cremallera y bolsillos, pero no nos engañemos, es de felpa y de color rosa, como mucho si no es un pijama es una bata manta con pantalones, pero un chándal, ni en el mejor de sus sueños… ¡vamos! Yo creo que esta moda de llamarle a la felpa de toda la vida forro polar, está haciendo mucho daño y por más que en la etiqueta ponga chándal, me guardaré mucho de salir de casa de esta guisa, si algo aprendí de las italianas de Livorno, es que una sale arregladita de casa hasta para ir a comprar patatas, que alguna iba en zapatillas, pero a juego con el cestito de la compra… ¡en fin! ahora mismo me da igual que esta prenda me ponga 10 años más encima, voy sueltecita y calentita, no sé puede pedir más por 11,99€.

De Verónica Forqué y el festival de cine poca cosa puedo decir, no he visto nada y no me he enterado de nada si no fuera por tu mail. Si te digo que, para mi sorpresa, esta desconexión del mundo me  está resultando muy cómoda. Tanto que a veces asusta (la ansiedad tiene eso, todo te parece raro) Tengo sueño, así que duermo bastante, no hago nada, estoy en silencio, paseo sin hablar con nadie… incluso he pensado en hacer un retiro espiritual un fin de semana…. Tal vez lo haga… el caso es que parece que permitir que el mundo se pare, funciona. 
No obstante, sigo riendome con el lado friky de la vida, eso se lleva en la sangre, por más profunda que te quieras volver, siempre te sigue haciendo gracia que alguien pregunte cualquier cosa en el trabajo como: "¿alguien sabe como se calcula la parte alicuota de una comunidad basandose en las escrituras?" y que Marta conteste: "¡Uf! es que yo soy más de follar... no sé..."  Te ries un rato y luego Marta te calcula la cuota en un pis pas, pero ese rato has segregado endorfinas y luego eres más productivo.

Por lo demás, Toni está feliz en su trabajo, creando platos nuevos y salsas con frutas de otoño, te hace una vinagreta de cualquier cosa, parece mentira, antes todo se aliñaba con aceite y vinagre pero ahora cada cosa tiene su aliño especial.... ¿ves? hablo como las viejas, recordando constantemente que antes todo era más fácil... no sé, quizás debería quitarme este pijama... este chandal... este pijandal...no sé...

Que yo sepa nos vemos pronto, pues tenemos una cita el domingo que viene, hasta entonces, buenas noches y buena suerte.

Un besito de caramelo,


Esteruqui