lunes, 21 de abril de 2014

Apreciada Salvadora

Apreciada Salvadora, 
No sabe como le agradezco la confianza depositada en mi al comunicarme esto. Desde luego Juan, es una de las personas más hipocondriacas que conozco y a la vez una de las que mejor lo lleva. No conozco a nadie que se tome tan bien las malas notícias sobre su salud y que al mismo tiempo le estresen tanto.
No sé que puedo hacer yo, que vivo las enfermedades como si todas tuvieran su origen en un estado emocional, es decir, cada vez que me pongo mala, doy por sentado que no puede ser una enfermedad física y que seguro que es algo que me pasa porque no estoy fina de la cabeza. Empiezo a preguntarme si hay algo en mi vida que no me acaba de hacer feliz y que posiblemente ese sea el origen de mi dolencia. Me mato  ha hacer yoga, sigo una dieta sana y hago ejercicio, ¿todo para que? para no enfermar.
Mi médico me asegura que no siempre es así. Por ejemplo, hace unos quince días empecé a tener molestias en la garaganta, a lo que enseguida se unió una facilidad por ir al baño muy poco propia de mi organismo, ¿que pensé yo? qué seguramente me estaba estresando con alguno de mis proyectos y mi cuerpo me pasaba factura. ¿Que vió mi médico? una gastroenteritis que por mala suerte se habia unido a una infección de las vias respiratorias que había terminado en llenarme la garganta de placas. Me dijo que cuando se tiene una de las dos cosas en cuatro días suele estar solucionado pero al unir dos enfermedades a la vez, lo había prolongado un poco más y ese era el motivo de que la cosa llegase a diez días con fiebre, penicilina y dieta blanda. Afortunadamente mi médico defiende también que hay enfermedades que sólo manifiestan que algo no funciona bien en la parte emocional y que hay que atacar por ahí, pero me recuerda que cuando los virus atacan, simplemente hay que medicarlos y dejar que todo siga su curso.
Johnny (a Juan los amiguetes le llamamos Johnny) es de los que cuando sale de su consulta esta muy preocupado porque cree que esto es el fin, luego sin embargo le quita hierro al asunto y es capaz incluso de escribir una obra de teatro sobre alguien que hace una super fiesta invitando a todos sus amigos a asistir para suicidarse como colofón y dejarles una nota diciendo que sólo queria despedirse de todos. 
No sé si debería contarle esto pero aún a riesgo de parecer una corre-ve-y-dile, nuestra amiga Pili que es muy sabia le explicaba una vez como bajar el colesterol de forma natural a lo que Johnny respondio: "sólo necesito bajarlo esta semana que es cuando la doctora me hace las pruebas".  a lo que Pili respondió: "¿Y que tal si en lugar de esforzarte una semana para falsear el resultado te propones bajarlo de verdad?".
Y naturalmente tenia razón. Sepa usted, que Johnny se cree que engañando a una analítica ya deja de estar enfermo.
A ver si entre todos le mantenemos en su sitio y logramos que Johnny siga siendo esa persona feliz que nos lleva a todos al lado de la vida que te permite reirte con un peluca o culturizarte visitando unas cuevas llenas de estalactitas a cúal más bonita. 

Un saludo, 
Ester