martes, 20 de septiembre de 2011

Consultorio radifónico va...

Querida amiga,
He leído con fruición tu carta en la que me expresas tu desasosiego por dejar  a su suerte (que es nefasta) a todas las plantitas con que te obsequian tus amigos/gas. Me comentas que la responsabilidad de cuidarlas te provoca estrés y que o te excedes regándolas o que te quedas corta y te encuentras un palo seco donde antes había un vergel. He analizado todo con el detenimiento y la paz que da un valium y he llegado a la conclusión de que tú estás pidiendo a gritos que la gente te regale una botella de vino. Ello denota:
1.- que hay una contradicción intrínseca en tu ser pues no se te olvida darles de comer a tus hijos. Ello puede ser porque tus vástagos no se ponen mustios cuando tienen hambre o sed sino que pegan berridos, por lo que hay que ser sorda o muy mala madre para no darles un mal bocadillo de atún.
2.- que empezaste cogiéndole el gusto al Martini, después al tinto de verano y que ahora se te ha ido el tema de las manos.
3.- que a más efecto me hace el valium, mas gracia me hace todo y menos problema veo yo en que se mueran dos putas plantas. Hip, perdón.
4.- que si yo fuera una planta querría ser una planta de maría. Sería feliz y solo tendría miedo de la guardia civil. ¿Y mi amiga Ester? Si fuera una planta... sería un cardamomo.  No sé bien que es un cardamomo pero me gusta la palabra. No sé quien serias tu realmente; yo me siento un poco Raffaella con el Si fuera.
5.- si oyeras que desde una planta alguien te pedía un bocadillo de atún, no tienes porque pensar que esa planta es tu hijo o tu hija. Puede ser perfectamente, no sé, una planta de automóviles. Como la SEAT en Martorell.
6.- Si no es la SEAT quizás te hayas comido un tripi y te guiñe un faro un coche. En cualquier caso, no se te ocurra fumarte tu planta de maría.

En todo caso, lo que debes de hacer sí o sí es dejar de traer invitados a casa. Es agotador.
Y tienes que empezar a auto invitarte tú a casa de los demás. Así serás tú la que les lleve plantas o animales vivos (que jode más) a tus anfitriones y siempre podrás beberte su vino.
Si tienes algún otro problema, amiga, te metes en La Caja de Luxe 4 D hasta que en Telecinco no apuesten por los reallitys.

Tuyo afectuoso,
Francis
no Francis, el de El Padrino I y II y IV (que se llamó Drácula porque no sabes tú lo que degeneró aquella familia),
Francis, digo, el del consultorio.