domingo, 23 de marzo de 2014

Así limpiaba así, así...



Mi dulce ración de vida loca que me lleva por el buen camino de la felicidad, 


¿Sabes que todavía me estoy deshaciendo de los trastos que mi padre almacenó durante toda su vida? Es increíble lo poco despegada que es la gente de antaño. Te digo yo que si hubiera vivido solo,  hubiera acabado siendo un Diógenes en potencia. Del trastero salieron 180 kilos que Toni vendió a un chatarrero más todo lo que hemos ido dando a los chatarreros que pasan por las casas porque ya estábamos hartos de hacer viajes a la chatarrería. La chica del Punto limpio ya nos saluda como si fuéramos de la familia porque creo que no he sido tan asidua hasta ahora,  además hemos regalado cosas a un coleccionista amigo de mi padre que lo almacenará en su casa hasta que uno de sus hijos decida hacer limpieza.

Hay alguna cosa susceptible de ser vendida a un anticuario, pero para mi desgracia te hablo de algún objeto que a la venta está por unos 12 euros, (si me dan 3 ya estará bien).

Fue el cumpleaños de Oriol  (primero el de Oriol que cayó en lunes y acabamos haciendo una mini celebración de tarde) como el de Anna es a la semana siguiente, ese domingo  lo celebramos con barbacoa familiar y piñata con chuches que es algo muy de aquí y yo, como tú sabes, soy muy de respetar tradiciones arraigadas como esta. Lo pasamos muy bien y como Marta y Begoña vinieron con Raúl a celebrar el cumpleaños de Anna al miércoles siguiente, esta celebración ha acabado durando más que una boda gitana.

Ese miércoles Marta quiso salir a fumar al patio con el objetivo de seguir hablando con Begoña y conmigo a través de la ventana de la cocina. Yo no sabía que lo de fumar lo llevaba en secreto a ojos de su hijo y les deje salir al patio a jugar sin problemas, ya sabes cómo son los niños, cuando se trata de salir al exterior a correr aún no has acabado la frase y ya han arrancado la puerta.

He de decir que el secreto sigue a salvo porque ni Anna ni Raúl se percataron de nada. Pero Oriol sí. Él fue el primero en salir y la pilló con las manos en la masa, así que dando vueltas con el patinente la increpaba al más puro estilo Gila cuando atrapo a Jack el destripador  con el “alguien ha matado a alguien”; en este caso: ¿Tú ya sabes que fumar mata? Mira que si fumas te mueres, fumar te acaba matando… y cuando Marta le contestó: “Lo sé, pero te aseguro que ya mismo lo dejo”, le dijo sin dejar de rodearla con el patinete: “eso dicen todos los cocainómanos”…. No nos engañemos, creo que cuando se pone dramático tiene alma de letrista de Ecos del rocío, y ahí le veo yo, un posible futuro alternativo a la biología.

Por lo demás nada nuevo bajo el sol… o si, porque cuando ya parecía que Toni y yo mejorábamos de nuestras sendas gripes, Anna ha cogido anginas. Y esto es algo nuevo para ella que lo máximo que ha tenido en su vida son mocos y algo de fiebre. Ya está mejor, tres días con los abuelos y un poco de Ibuprofeno y al cole otra vez.

Creo que ya he terminado  de contarte mi semana. En cualquier caso añadir que si te parece asqueroso que te recuerde que antiguamente las figuritas del pastelito estaban sin envolver y que era un operario sin guantes quién la incrustaba ahí, no olvides que muy probablemente, no tenia costumbre de lavarse las manos después de ir al baño pues eso son cosas que se han ido incorporando más adelante. Ahí lo dejo.

 La próxima semana tengo un curso en la empresa de Inteligencia emocional, ya te contaré si cuando acabe soy mejor persona, más lista o más emocional.

Si no pasa nada, nos vemos el 30. Aún hay que decidir si nos vemos en mi casa, en la tuya o desperdigados por el mundo.

Besitos de colores,


Esteruqui