sábado, 8 de noviembre de 2014

¿Qué se cuece en el insti?

Querida Esther y querida Samantha,
me hallo convaleciente de una pequeña intervención quirúrgica por la que a un doctor le molestaban unas células malas en mi colon, estas células eran molestadas a su vez por una hemorroide que no dejaba rasparlas y al cirujano le molestaba todo mi culo.
El resultado final de todo ello: una autopsia.
Es broma.
El resultado, según dicen fuentes cercanas a mi ano, es que todo está limpio como una patena y que tardaré semanas en sentarme en la taza del water sin ponerme a llorar.
Me muevo como la cantante esa del video, Sia. Por cierto, gracias a Anna, a mi sobrina y a otros pocos más por tenernos al corriente de que se cuece en 2014, "se cuece", expresión muy de 1984 por retroceder sólo 30 años. Me gusta saber qué pasa a otras generaciones diferentes a la mía. Estar un poco al día. No quiero parecer uno de esos "tiets" a los que enseñabas un juego con pilas y alucinaban con el suizo engranaje de las piezas, imantadas, que se movían sobre una superficie pintada de carretera con infinidad de curvas. La pasada. Vale, estoy hablando del Auto Cross, el juego que nunca tuve y con el que no alucinó nadie, pero sirva de ejemplo. Tampoco quiero ser el tiet enrollado que si se lleva una gorra pegándose fuego en la cabeza, se la pone, más que nada porque a la gente que se quiere parecer a la generación de sus nietos se les acaba "tomando el pelo" y de situaciones como gorras pegándose fuego vienen expresiones como esa o la de que " huelen a chamusquina".
Por todo esto (y porque eres familia de quien eres) sé bienvendida Samantha. Mantennos un poco informados de qué pasa en el insti, de qué veis en Mujeres, Hombres y Viceversa para querer ir todas, ¿fama? ¿chicos interesantes? de qué videos de moobing se ven ahora, de aplicaciones como `Vine´ en que suceden grandes cosas en sólo 6 segundos, ... Sois nuestros ojos. A la enfermera en el pre-operatorio cuando me preguntó si tomaba drogas le pareció fatal que le dijera: "¡Que va! Si casi ni salgo" "Mal hecho, tienes que salir, aún eres jóven". Cuando vivía en Santorini pensaba en qué haría cuando terminara mi excedencia y soñaba con no volver a trabajar en el banco y montar una academia. La iba a llamar Espídica. Como si todo fueran Master Class y el profe de turno se hubiera tomado speed. Tanta era la ilusión y energía que quería que tuvieran. Las materias abarcarían todos los campos que interesasen a la sociedad y que aún no pudiendo interesarnos a nosotros mismos, no cayeran en saco roto o al menos se enseñasen con tal vehemencia que fuera imposible no sacar alguna utilidad, y si más no, que predicasen aquello de que el saber no ocupa lugar y `si no me interesa el tema, qué bonito y qué bien que me lo han contado´. Los fabricantes y diseñadores no va más en mobiliario de interior en 2014 en el Mundo, los cocineros que ahora mismo cortan el bacalao y no sólo el bacalao, los Reyes y otros gobernantes de Grecia a lo largo de su Historia (esto una vez me lo contó de forma hiper vivida una amiga historiadora ateniense y se me caía la baba). Hay miles de ejemplos. En internet está toda esa información y más pero es tan mágico que alguien te lo narre con el entusiasmo del que se mueve en su terreno y que haya hecho algo tan complicado para los neófitos: sintetizar y eliminar lo subsidiario. Ah, mi Academia Espídica. Que hambre ibamos a pasar todos los docentes. O no. En La Casa Elizalde hacen algo parecido por trimestres y triunfan desde hace años: "Historia de la Musica: El Clasicismo"; "Tablillas sumerias"; "Peliculas Imperdibles de la Historia del Cine"... pero ni muchas veces parecen desbordados por el entusiasmo ni las materias cuando aterrizas en alguno de sus desiertos invitan a sumergirse de nuevo en sus arenas. ¡Hasta podrian hacernos una Master Class una vez al año de los personajes de Salvame De Luxe y de Gran Hermano 15, Samantha! Para que pudiera hablar de un tema tabú en casa y es que en casa, mi marido, no me deja ver Realitys Shows y luego en el trabajo no soy nadie. Dejaré de decir lo de marido, que luego vas y te crees que de verdad soy mariquita. ¡Ay, Samantha, y es que para conocerme de verdad tienes que ser como mi Esther del Alma! Y eso no se consigue en un dia, ni en un par de e mails leidos ni en veinte master class de pura vida, tía, contada a golpe de botellón. `Siga Siga´ (poco a poco, que dicen a todas horas los griegos)
Un pequeño abrazo. Sin tos. Sin grandes gestos. Lo que mi cuerpo dolorido me deja ahora.