martes, 1 de mayo de 2012

El perro verde.

Queridi...cula es la vida, ¿cómo estás?,
 
recuerdo un programa en especial de Jesús Quintero de aquella mítica serie de entrevistas titulada "El perro verde" en que aparecían por separado una jornalera que servía en los latifundios extremeños de la Duquesa de Alba -creo que recogiendo olivas- y, por otra parte, Gunila Von Bismarck. Una le hablaba en la intimidad a Quintero de las fiestas marbellís, de las puñaladas traperas de gente rica y ociosa y de sus viajes costosísimos con amigas  y no tan amigas y la otra sembraba de humanidad el plató a base de retales pincelados en trazos de ternura, espartana vida y amor gratuito y generoso.
 
Que sepas, Cuqui mía, que no quiero ser la Gunila de nuestro mercadeo epistolar. Me leo a mi, te leo a ti (haz la prueba) y sólo falta un tipejo envuelto en humo preguntándome si había cocaína en mis fiestas; si me deje caer en un after caribeño o si directamente me caí de bruces al suelo después de mi séptimo cosmopolitan.
 
Tu, jornalera mía, también bebes como un capitán y cinco grumetes juntos en tus cruceros y me consta que tu marido se cayó por la borda o al menos volvió tocado de alguna que otra bronca de ron en algun bar portuario.
 
Eso sí, me tendrás siempre conmigo en cualquier devenir familiar, sea económico, sea de salud, sea de tristeza sobrevenida, sea de incontinencia urinaria.
 
Sé por otros medios que tu papá ya está en casa, recuperado. Te hablé de que el mio no anda muy fino. Parece que todo estuviera en nuestra contra (más en la de ellos, evidentemente), que el mundo estuviera en una encrucijada, en un callejón sin salida, en una perenne crisis a todos los niveles y uno empieza a creerse que se acabe el mundo.
 
Esto...Pensaba... Si no se acaba este año y se acaba -no sé- dentro de 30 ó 50 años porque se aproxima un meteorito, podríamos construir entre todos un búnker en el que no dejásemos entrar a ningún político ni ningún banquero (no dije bancario). Cerrar la puerta a los ricos en general no creo que fuera correcto. ¡Qué culpa tiene Bill Gates de haber tenido una idea audaz! Veriamos caso por caso. Salvaríamos a los más honrados (políticos) porque el Pueblo ha de tener sus dirigentes y entre la masa no es cuestión de que tome las riendas la inteligencia criminal. Para ésta, como siempre, algún tipo de control. No sé si policia.
 
Los ingenieros diseñarían el proyecto, los capataces y los obreros ejecutarían la obra; los médicos se encargarían de los contratiempos,...; mientras los profesores se encargarían de dar la mejor educación a los hijos; la gente del campo, de proveer de los alimentos más sanos a todos, etc.
Sería imposible que en ese búnker subterráneo a prueba de astros amenazantes (pero no mucho ¿Viste "Melancolía"? ¡Que marrón!), sería imposible, decía, que cupiésemos todos/as pero se podría elegir por sorteo entre las personas de cada oficio o sin oficio (que vividores también hacen falta).

Yo soy partidario de que se eligiera entre los de más valía (humanística) pero hay tantas herramientas de medición como personas y entraríamos en una batalla que no se quedaría en la meramente dialéctica.
 
Lo importante es que si un Nuevo Mundo se abre a los Humanos, al menos de orígen no esté contaminado. Se lo debemos a Nuestro Futuro Utópico, que por utópico es inalcanzable pero al menos algo -a  los malos- debe de joderles.

 
 
Besito de caramelo y moka.
 
 
 
Johnny