Mi apreciadísimo huevo Fabergé que vale más que la foto
de una patata que se ha vendido por 6000 euros en una galería de arte, este
enero esta siendo más difícil por la cuesta saludable que por la económica.
La económica, la verdad, cada vez se me hace menos difícil,
no es que haya subido mi poder adquisitivo, es que todos los meses son una
cuesta y ya me da igual si es enero o agosto.
En la saludable, hemos empezado el año con mal pie. Digo
“hemos” por ese rollo del superyo froidiano y hablo de mi como si fuéramos
“Nos”, en casa los demás están todos bien, pero yo he empezado el año con
epicondilitis, más conocido como codo de tenista y que te puede pasar sin jugar
al tenis ni haber cogido una raqueta en tu vida.
Eso dolor en el brazo ha acabado causándome una tensión en
las cervicales que por un tema postural ha acabado afectando a las lumbares.
Con todo esto me empezó a doler la muñeca derecha y pensaba que era por la
sobrecagra de todo lo demás pero el medico asegura que lo que me pasa ahí es
artrosis. Y ha terminado la frase diciendo: es la edad.
Estoy a base de relajante muscular de noche y
antiinflamatorios de día. Básicamente, porque el relajante muscular, ya se
puede llamar diacepam, como sirdalud que a mi me da mucho sueño, así que sólo
lo tomo de noche para que no sea necesario coger la baja.
El fisioterapeuta ve en mí un filón, estoy segura.
A parte de eso, todo bien. Empezamos llevando a los nenes a
la cabalgata, Marta subió con Raúl a “Lo Poble” como dice ella para referirse a
mi pueblo y así los nenes vieron a los reyes sin aglomeraciones.
Hicimos cola, para variar, para entregar la carta en mano.
Allí se hace de la siguiente manera:
Hay una cola única y cuando llegas arriba dices, Yo quiero el
negro, yo el blanco y te ponen en otra cola más pequeña.
Todos los años trato de convencer a Anna para que elija a
Gaspar, pero no hay manera. El del medio de los Reyes, tiene menos éxito que un
recopilatorio de Los Pecos.
Ella se decanta por el blanco, Melchor. Oriol ya no va, pero
siempre había sido fan de el negro, Baltasar. El del medio, al menos en “Lo
Poble” se rasca la barba compungido y se entretiene muchísimo cuando un niño le
elije porque no tiene lista de espera. Este año Baltasar era más cubano que de oriente, pero al menos no era un negro pintado como el año pasado. Se nos puso malo el negro habitual, que es el que se ofrece voluntario desde hace años porque vive y trabaja aquí, y como el otro negro que tenemos de vecino no estaba, tuvimos que improvosar haciendolo como antaño. Está vez, era uno de los entrenadores de balonmano, bastante reconocible por cierto. Es lo que tiene "lo poble" de todo andamos escasos. Pues eso, este año, era un chico que decia cosas como:" duelme plonto mi niña, que si no vamo a tener que pasar de largo..." pero al menos era un negro de verdad, total el blanco, Melchor, tenia un acento sevillano cerrado que entre eso y la barba solo entendí que le decia a Raúl y Anna: "vosotros tenei que sé guena gente siempre y ya vereí que bien". De la cabalgata, que es el evento más interesante al que he asistido este año, nos queda el momento de cola con los nenes y Marta jugando a asociar cualquier villancico que sonara en magafonia con otra tipo ska, o una muñeira, y créeme, el juego da mucho de sí.
¿Que más te puedo contar? Todo se queda pequeño comparado con tus viajes
a países divididos donde no puedes entrar en coche.
Bueno, la única novedad es que la semana que viene empiezo
un curso presencial de inglés en la empresa. Hay que aprovechar que
subvencionan cosas. Además es un curso básico así que quiero pensar que será un
repaso de lo que ya sé, ¡quiero pensar eso! Me va a dar algo si ese curso
básico se me queda grande… que cosas…
¡Ah! Que yo sepa, tenemos reservado un finde de febrero y si
todo va bien tendré una sorpresa que darte. (no estoy embarazada, no he
adelgazado que te pasas y no me ha tocado la loteria) es otro tipo de sorpresa,
ahí lo dejo.
Besitos,
Esteruqui
No hay comentarios:
Publicar un comentario