Mi querido salteado de verduras
con queso brie y un poco de emmental,
¿Cómo estás de lo tuyo?
No sé me ocurre una pregunta
mejor después de leer que sólo me cuentas enfermedades y haber hablado contigo
en directo en nuestra última reunión y que me cuentes en persona lo mal que
estas.
Vale, tal vez dicho así da la
impresión que insinúo que últimamente te
quejas mucho. No es así, créeme. Casi te
diría que lo que extraño es que no me cuentes una aventura loca, un viaje, una
anécdota teatral, algo que no sea, llevo dos días con dolor en vete tu a saber.
Te paso mi lista y luego sigo.
No salgo de unas anginas para
entrar en otras y yo creo que se debe a este tiempo raro que ahora hace calor y
ahora llueve…
O las anginas la provocan o es
casualidad pero las gastroenteritis también van a pares.
Me ha salido un bultito en la
falange del dedo índice como si la artritis de mi padre, en gloria este,
quisiera posarse en mi genética.
Me duele el codo. No creo que sea
codo de tenista porque no he cogido una raqueta en mi vida.
Estoy harta, pero harta de hacer
cardiovascular en casa yo sola delante del ordenador. No puedo más.
Ayer Oriol se puso conmigo un
rato y me dijo: "Ya tienes voluntad ya, porque esto es un rollazo y un peñazo”
(esta ampliando léxico)
No sé si es consciente de ello
pero me hundió en la miseria. Me dejo sola saltando y comprendí lo absurdo de
la situación.
Me animaría a correr, como hace
todo el mundo, pero no creo que me guste y sólo pensarlo me cansa.
Quitando todo esto, creo que
estoy bien. Los nenes lo están seguro. Toni no lo sé, creo que si, pero a veces
me cuesta identificar su estado emocional. Es parco en palabras, ya lo sabes. A
mi me viene bien, porque así en el tiempo que estamos juntos yo tengo más rato
para hablar, pero no todo son ventajas, a veces tienes que indagar bien para
saber si le pasa algo.
Este fin de semana hemos ido al
Cosmocaixa. A los nenes les encanta ver una y otra vez mecanismos que no
entienden. Había una exposición itinerante sobre el mar y en un apartado se
habla de la sal por litro cuadrado. Lo bonito es que puedes extraer una gota y
probarlo, de esta forma sabes que entre el mar mediterráneo y el del caribe,
hay una diferencia de dos gramos de sal por litro de agua ( 36 y 38 creo que
eran) y que en el mar muerto la cantidad es de 278 gramos por litro.
Definitivamente esa es la que se empeñaban en chupar. Les encantó que al tio
que sala los mares se le hubiera ido la mano.
Marta les explico que hay quién
dice que el truco de caminar sobre el mar que hizo Jesús, se debía a la gran
cantidad de sal que provocaba la imposibilidad de hundirte… yo añadí que un
vasco que pasaba por allí descubrió las maravillas de la anchoa simplemente
abriendo una sardina y mira lo que ha dado de sí un producto tan sencillo y a
la par tan exquisito.
En ambos casos nos miraron sin
saber de que hablábamos, por que tal vez debería hablarles de la mitología
cristiana mientras degustan unas anchoas con queso o sobre un pimiento rojo
estupendo. Algo haré.
En resumen:
¿Cómo estás de lo tuyo? ¿estas
mejor? Espero que si.
Un beso con agua de mar.
Esteruqui
Hoy le duele la espalda, el caso es que siempre le duela algo, je, je
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